sábado, 26 de enero de 2008

Yoco en el Reino de los Duendes

En busca de la piedra esmeralda de la hierba maldita

Yoco iba caminando pensativo y preocupado pero alegre. Cuando, de pronto, algo le llamó la atención. Al lado de una roca de color verde con puntos dorados vio una puerta diminuta de cristal verde. Yoco exclamó:

-¡¡¡Eureka!!!, ¡he encontrado la puerta del Reino de los Duendes!

-¿Cómo podré entrar?- susurró.

Se acercó un poco más y vio un mensaje grabado en la piedra que decía:

“Pulsa el botoncito y te harás pequeñito”

Con la puntita de una de sus uñas apretó el botón y por arte de magia se volvió tan pequeño como la puerta. Se acercó, giró el pomo y entró. Nada más atravesar el umbral, vio un ser extraño, pequeñito, con orejas puntiagudas y vestido de colorines.

Los dos chillaron a un tiempo:

-¡Aaaaaaaah! ¿Quién eres?

-Soy un dragón- dijo Yoco.

-¿Por qué eres tan pequeño si los dragones son enormes?.

Yoco le respondió:

-Apreté el botón de la piedra y encogí por arte de magia. ¿Y tú quién eres?.

-Soy el duende Pocki. ¿Qué haces aquí , en mi reino?.

-Busco la Piedra Esmeralda Cristalina de la Hierba Maldita. ¿Puedes ayudarme a encontrarla, por favor?.

-Sí, claro. Los duendes somos muy generosos, nos gusta ayudar, aunque a veces somos muy traviesos y escondemos las cosas.

-¿Sabes dónde se encuentra esa piedra tan rara?- preguntó Pocki.

-Tengo un mapa que nos puede llevar hasta ella.

-¿A qué esperamos?-dijo Pocki entusiasmado.

- ¡¡Pues, allá vamos!!-exclamó alegremente Yoco.

Empezaron a caminar mirando atentamente el mapa que Yoco había sacado de la mochila. Se dirigían hacia el Árbol Parlanchín pero antes, tenían que cruzar el Puente Mentiroso.


  • Continuará

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