El día 3 de Abril fuimos al Monasterio de la Cartuja en atobús.
Entramos, y lo primero que hicimos es ir a ver un árbol muy antiguo que se llama Ombú,tiene más de 500 años. El árbol Ombú nos contó una historia de como vino a España. Todo empezó cuando Cristobal Colón vino de Portugal para pedirle que le dieran algunos barcos para descubrir un nuevo Mundo, porque el rey de Portugal no quería dárselo. Llegó a España a decirle a los Reyes Católicos que si podían darle esos barcos para descubrir un nuevo Mundo, y le dijeron que sí.
Cristobal Colón se fué a descubrir un nuevos países y descubrió América. Allí vió el árbol Ombú y vió que era muy raro.
Volvió a España y se lo dijo a los Reyes Católicos, después volvió a América con su hijo Hernando Colón y volvieron a ver el árbol Ombú pequeño que se quería ir a Sevilla con ellos, se lo preguntó al padre y le dijo que sí. Como Cristobal Colón tenía un amigo que se llamaba Fray Gabriel que era un monje de la Cartuja y le dijo que sí podía quedarse en el Monasterio de la Cartuja y el monje Fray Gabriel como era muy agradable le dijo que sí y lo plantaron allí, para recordar la nueva Tierra. El árbol Ombú dice que no está solo porque al lado de el está la figura de Cristobal Colón que le acompaña y su amigo que es un pajarito.
Entramos, y lo primero que hicimos es ir a ver un árbol muy antiguo que se llama Ombú,tiene más de 500 años. El árbol Ombú nos contó una historia de como vino a España. Todo empezó cuando Cristobal Colón vino de Portugal para pedirle que le dieran algunos barcos para descubrir un nuevo Mundo, porque el rey de Portugal no quería dárselo. Llegó a España a decirle a los Reyes Católicos que si podían darle esos barcos para descubrir un nuevo Mundo, y le dijeron que sí.
Cristobal Colón se fué a descubrir un nuevos países y descubrió América. Allí vió el árbol Ombú y vió que era muy raro.
Volvió a España y se lo dijo a los Reyes Católicos, después volvió a América con su hijo Hernando Colón y volvieron a ver el árbol Ombú pequeño que se quería ir a Sevilla con ellos, se lo preguntó al padre y le dijo que sí. Como Cristobal Colón tenía un amigo que se llamaba Fray Gabriel que era un monje de la Cartuja y le dijo que sí podía quedarse en el Monasterio de la Cartuja y el monje Fray Gabriel como era muy agradable le dijo que sí y lo plantaron allí, para recordar la nueva Tierra. El árbol Ombú dice que no está solo porque al lado de el está la figura de Cristobal Colón que le acompaña y su amigo que es un pajarito.
Luego fuimos al Museo, que tiene una arquitectura impresionante. Primero vimos una noria como la de los hamsters pero grande, de plástico, y con hilos que eran fantásticos; segundo, una marioneta de plàstico y como un cofre,despuès vimos como un aviòn de plàstico casì un poco desinflado. El arquitecto se llama Josè Miguel.
Después seguimos con un monje cartujo que se llama Fray Rafael. La primera sala fue de tumbas de personas muy importantes, yo me acuerdo de un nombre que es Don Diego Enrique que tiene la figura de un leòn que significa mucha fuerza y otro que tenía una flecha en la boca pero ésta había desaparecido.¿Sabes como llegó la flecha en la boca?. Todo empezó cuando estaban en guerra y él se sentó a un lado de un árbol a dormir y vino un hombre que se la clavó.
Pasamos a la siguiente sala que es el comedor de los monjes cartujos que comen sin hablar y Fray Juanito les lee un libro. Ustedes sabeis que los monjes cartujos no pueden hablar, a no ser que su jefe los dejen hablar.
La penúltima sala que vimos era preciosa, donde había lágrimas de la Virgen colgando del techo, antiguamente también había cuadros pero no había ninguno.
Luego estuvimos con otra profesora que se llama Feli que nos dijo que había que hacer unos platos con lo que hubiéramos visto en el Monasterio de la Cartuja. Yo dibujé un horno y la chimenea.
Nos dijeron que en el colegio había un concurso de platos, no se quién va a ganar pero yo estoy muy nerviosa.
Bueno me tengo que despedir, un beso para todos.
Me lo he pasado genial.
La penúltima sala que vimos era preciosa, donde había lágrimas de la Virgen colgando del techo, antiguamente también había cuadros pero no había ninguno.
Luego estuvimos con otra profesora que se llama Feli que nos dijo que había que hacer unos platos con lo que hubiéramos visto en el Monasterio de la Cartuja. Yo dibujé un horno y la chimenea.
Nos dijeron que en el colegio había un concurso de platos, no se quién va a ganar pero yo estoy muy nerviosa.
Bueno me tengo que despedir, un beso para todos.
Me lo he pasado genial.
María Pilar
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