lunes, 7 de abril de 2008

Visita al Monasterio de la Cartuja

El día que fuimos a la Cartuja fue el 3 de abril. Del cuello llevábamos colgada una de las chimeneas.

La puerta de la Cartuja era muy bonita. En el centro había una Virgen con un niño Jesús sin cabeza, solo tenía el cuerpo. Un lago, junto a los juncos, ponía a la Cartuja más bonita de lo que es.

Cuando por fin entramos y pasamos por el arco de la puerta, vimos un patio. Allí, en el patio de la derecha, estaba el ombú. Un árbol, no muy alto, pero muy amplio y de hoja perenne, que significa no caduca. Delante del ombú nos sentamos y la señorita nos contó su historia.

Pasado un tiempo, fuimos dentro de la Cartuja. Ahí estaba el museo Comtemporáneo de José Miguel Prada Poole con maquetas de una ciudad para vivir sobre el agua sin ningún problema.

El siguiente taller fue muy chulo. Nos convertimos en arquitectos y construimos un espacio con ladrillos de plástico para todos y otro individual con aros.

Un tiempo después vimos a un monje Cartujo que nos enseñó varias cosas, como su comedor, algunas historias y alguna que otra tumba.

El último taller fue que hicimos un plato, pero no nos dio tiempo de terminarlo.




Obras de José Miguel Prada Poole

El Palenque de la Expo

Malena

Visita al Monasterio de la Cartuja

El día 3 de abril visitamos el Monasterio de la Cartuja. Fuimos en autobús y salimos del colegio a las 9:30 h. El viaje fue rápido y corto, pronto llegamos a nuestro destino. Tal como bajé, me quedé boquiabierto por lo bonito que era todo. Fuimos caminando hacia la entrada del Monasterio. A un lado y a otro había un lago, el césped estaba muy bien cuidado y muy verde. Las puertas de entrada del Monasterio eran grandes y antiguas. Observé que en la parte superior de las puertas había una imagen de la Virgen con Jesús, al cual le faltaban la cabeza y los brazos, ésto me llamó bastante la atención.
Había un patio grande y allí estuvimos unos minutos para poder sacar las entradas. A lo largo de la mañana visitamos e hicimos varias cosas:
  • Vimos un árbol llamado ombú, que tenía el tronco muy gordo y según nos contaron procede de América del Sur.
  • Nos enseñaron un museo en el cual había unas cuantas maquetas.
  • Un monje nos enseñó la iglesia del Monasterio y también nos contó su historia.
  • Más tarde fuimos a ver las chimeneas y el horno donde hacían la porcelana. Como actividad tuvimos que decorar un plato para simulr el trabajo que se hacía allí.

Después de la visita nos montamos en el autobús y regeresamos al colegio. Volví muy contento porque me había gustado mucho.

Elías

Visita al Monasterio de la Cartuja

El jueves, 3 de abril de 2008, toda la clase, la señorita y yo fuimos de excursión al Monasterio de la Cartuja.
Después de caminar un poco, mi señorita nos enseñó el Ombú y nos leyó un librito sobre el viaje del hijo de Colón desde América a España con el Ombú.
Más tarde un hombre muy simpático nos mostró el Museo. Había algunos objetos muy extraños y un montón de cuadros igual de extraños y todos hechos por Miguel Ángel, un hombre, que según el monitor, no se conforma con lo que tenemos, aún quiere más. Así que ha inventado un montón de artefactos para el futuro.
Después nos tocó con otra monitora, también muy simpática, que nos enseñó a utilizar bien el espacio. Sacó a Elías para hacer un espacio en el que más o menos cupiera toda la clase, pero no se le ocurrió nada. Así que Isabel le echó una mano. Ella sí que supo hacer un espacio y al final todos construimos la casa.
Cuando pasó un rato, un cartujo nos enseñó algunas habitaciones del edificio. Cuando las vimos todas nos fuimos a merendar.
Por último, nos dieron un plato para que lo pintáramos, aunque no nos dio tiempo de terminarlo, así que lo terminamos en casa.
Me ha gustado mucho y me gustaría ir otra vez y hacer un plato yo sola, con barro.
Paula Rodríguez

Visita al Monasterio de la Cartuja

El 3 de abril fuí al Monasterio de la Cartuja y me lo pasé muy bien.
Primero fuimos a ver un árbol de América llamado Ombú. La Srta. nos contó su historia. Después fuimos con un monitor a un museo hecho de plástico.
Lo tercero que hicimos, fue ver el Monasterio por dentro. Fuimos con un Cartujo a muchas salas como por ejemplo: la sala donde había 400 lágrimas de cristal o la sala donde comían los Cartujos.
Cuando terminamos fuimos a tomarnos el desayuno en una escalera.
Por último fuimos a un taller. Primero nos explicó unas cosas y luego hicimos el plato. Yo hice el Ombú y me quedó muy bonito.
Marta

Visita al Monasterio de la Cartuja

El jueves 3 de abril fuimos con mi colegio a visitar el Monasterio de la Cartuja. Cuando llegamos, lo primero que vimos fue un patio donde se veía la capilla. Nos guardaron las mochilas, bolsas… que llevábamos y fuimos a ver el Gran Ombú que tiene mas de 500 años. Nos contaron una historia de cómo el Ombú llegó a la Cartuja y del pajarito Piopí, el mejor amigo del Ombú.
Un guía nos enseñó una exposición de una ciudad metida en plásticos. Me llamó mucho la atención ¡era chulísimo¡
Después tuvimos que elegir dos capitanes , uno fue Elías y la otra fue Isabel. A mí me tocó el grupo de Isabel y nos encargamos de construir y el de Elías de organizar.
Más tarde nos recibió un monje Cartujo que nos enseñó una sala donde había tumbas. En una de ellas, estaba un hombre con una flecha clavada en la boca y al lado su mujer.
El Cartujo nos comentó que un señor había puesto dinero y cuando murió se le representó con cinco estrellas. Nos enseñó también el comedor, donde hay unas escaleras que sube el superior para leer.
Por último, vimos las chimeneas y decoramos un plato con un dibujo que tuviera que ver con la visita, que por cierto ¡me ha encantado¡
Mar Ojeda

Visita al Monasterio de la Cartuja

Cuando fuimos a La Cartuja, el primer taller que hicimos fue el del ombú. Decían que el ombú lo trajeron de América; a su lado, estaba la estatua de Cristóbal Colón.
El siguiente taller era el de la exposición de las ciudades. Vimos una rueda para flotar en el agua, también vimos unos tubos donde vivimos.
Otro taller fue construir una ciudad para los demás, luego, hicimos una casa grande; la otra, fue hecha de aros.
El cuarto taller trataba sobre ver La Cartuja por dentro, y, el último, fue pintar un plato, pero no nos dio tiempo de terminarlo y pasarlo a cerámica.
Luego, nos despedimos y nos llevamos los platos para terminarlos.

Álvaro lauriño


Visita al Monasterio de la Cartuja

El dos de Abril, nuestra clase y otras más del Colegio fuimos al Monasterio de La Cartuja de Sevilla. Nos llevaron en un autobús de la empresa "El Torero". Cuando bajamos del autobús había dos lagos en la entrada del Monasterio, y se escuchaban algunas ranas.
Había un arquito que tenía a la Virgen María y al Niño Jesús en sus brazos, al que le faltaba el brazo izquierdo y la cabeza.
En dos metros, a la derecha, había una capilla que tenía dos rampas. Un poco más adelante nos esperamos, porque teníamos que dejar las mochilas en una taquilla. Después fuimos a ver al ombú, que es un árbol grandísimo con hojas verdosas. Allí nuestra señorita nos contó una historia del ombú. Al lado de él había una estatua de Cristobal Colón. El ombú tiene un amigo que se llama Piopí que es un pájaro, que en sus ramas tiene su nido.

Después de ésto, fuimos a un jardín que tenía mucho césped y estuvimos esperando a un hombre que se llamaba Antonio que dijo: -"¿alguno de vosotros tiene algún padre o madre, o tío que trabaja aquí?. Paula Nogales le dijo que sí, su tío.

Después fuimos a una sala donde estaban los alumnos de cuarto y entramos e hicimos cuatro equipos. A mí me tocó en mi equipo con Alejandro Rodríguez, José Antonio, Alejandro Morales y Elías. Nos dieron un aro a cada niño. Tras ésto, salimos por un tubo.

Después de jugar, fuimos a una capilla con un cartujo que nos contó, y que nosotros vimos, que allí había muchas lápidas que estaban vacías y que todos los caballeros tenían dos mujeres, pero el más importante y el segundo tenían sólo una. A este segundo lo mataron cuando dormía, abrió la boca y le tiraron una flecha.

Después de ver ésto, nos fuimos a desayunar, yo me comí un bocadillo de chorizo y un zumo de melocotón. Dijo la señorita que quien terminase de desayunar se podía tirar en el césped.

Todo el Monasterio era muy bonito, vimos una sala que tenía en el techo unas estrellitas agarradas con hilo que cuando les daba el Sol parecían estrellas fugaces. Luego fuimos a ver la iglesia donde rezaban los cartujos.

Estuvimos viendo las chimeneas de los hornos y nos dijeron que cada uno de los hornos se encendía un día a la semana. ¡Ah!, se me olvidaba, el Monasterio de La Cartuja tiene un escudo. Por fin fuimos a la antigua fabrica de azulejos y vajillas. Hicimos un plato de cartón, y nosotros lo coloreamos.

Le dijimos adiós y gracias a los guías que nos acompañaron y nos fuimos. Nos montamos en el autobús y llegamos al colegio. Nos madaron de deberes terminar el plato.

Aquí termina la historia de nuestra visita al Monasterio de La Cartuja de Sevilla.

Jesús Rodríguez